Si sigues la travesía que se puede observar en la fotografía, llegaréis al London Eye, la tradicional Noria de Londres, una de las más grandes del mundo.
La ciudad de Londres me pareció magnífica. Me gustó mucho el centro, y me llamó mucho la educación de la gente del lugar.
Una vez le dije a mi hermano, que vas a un sitio de "buena onda", todas las personas que te encuentres a tu alrededor, corresponderán de "buena onda", ¡sea quienes sean!
Creo que no me falta razón, y una y otra vez, cada vez que viajo, es lo que me suelo encontrar. ¡Qué fácil es estar de buena onda, en unas vacaciones por una ciudad como Londres, con tiempo para disfrutar y conocer una cultura nueva!
Sin embargo, muy a menudo, me pregunto, el porqué a veces, no tenemos esa buena onda, simplemente por estar en casa y en la rutina diaria. ¡Bingo!
Por ello, día a día, intento estar de "buena onda", sonreír incluso en las tareas que menos me gustan y más aburridas de la vida diaria y ... ¡Efectivamente! Todo lo que está a tu lado se vuelve de buena onda.
¡Todo se contagia! Y si no me creéis probadlo... ¡buena onda!
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(Foto ©diegosax-Derechos Reservados) |
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