Quiero compartir una reflexión sobre una imagen que tomé durante la celebración de la Feria de la Risa, un evento que organiza la Hermandad de Payasos Latinos A.C en Ciudad de México. La imagen es de una payasa maquillandose frente al espejo en el hotel antes de comenzar su actuación.
Hace falta observar detenidamente para poder darse cuenta de cual es la imagen real, y si la fotografía tuviera aun menos calidad casi nos resultaría imposible distinguir cual de ellas es la verdadera persona. Y esa misma ilusión que la fotografía nos presenta, a mostrarnos la imagen del espejo frente a la real nos da una lección impresionante de qué equivocado es juzgar el mundo por las imágenes que vemos. Esto prueba también que hay una realidad profunda e intangible que está mas allá de la imagen.
El gran problema que estamos encontrando hoy día es que hay gente que esta perdiendo la perspectiva y no es capaz de distinguir entre la imagen, que es lo que vemos en el espejo o en la television, y lo que hay detrás de esa imagen. Detrás de la figura de la derecha hay un campo de energía, una acumulación de conocimientos, hay emociones, hay vida, algo real. Detrás de la imagen de la izquierda hay un reflejo, una ilusión, sólo una apariencia vacía, es simplemente un truco del espejo. Da igual lo que vean nuestros ojos, lo que la camara capte o lo que refleje el espejo, ninguna de esas tres imagenes sera la esencia de ese ser, no dejara de ser un aspecto. Pensar que lo que vemos es esa persona es creer en la ilusion de que lo material es lo esencial.
Esa persona que se maquilla es mucho mas que su apariencia externa y si os pusiera una foto de ella despues de disfrazarse no la reconoceriamos, seria alguien diferente. Sin embargo si pudieramos ver su esencia, lo que no capta la imagen, la reconoceriamos tomara la forma que tomara. Esto que estoy diciendo es tan obvio y tan sencillo que se nos olvida facilmente.
Ninguna de las dos imágenes, ni la verdadera ni la del espejo, representan la totalidad de esta persona, estas imagenes son las ilusiones que proyecta la materia, que pueden ser hermosas o tristes, fuertes o débiles, y se pueden experimentar y disfrutar, pero al final son sólo eso, imágenes. Sólo aprendiendo a ver lo invisible, lo valioso que está detrás de las personas se puede llegar a entender lo que de verdad sómos, y lo que somos es mucho más que nuestra imagen, mucho más de lo que vemos en el espejo.
